
Desde la AEEVH nos unimos a la Sociedad Española de Diabetes y la Sociedad Española de Angiología y Cirugía Vascular avalando este consenso nacional sobre derivación y tratamiento del pie diabético.
Aproximadamente entre el 25%-35% de los pacientes con diabetes desarrolla una complicación en sus pies a lo largo de su vida. La enfermedad del pie diabético se manifiesta principalmente por la aparición de úlceras en los pies como consecuencia de la afectación neurológica y/o vascular de los miembros inferiores.
Es por ello fundamental que la derivación de un paciente diabético con úlcera en el pie esté consensuada por todos los profesionales implicados en su cuidado. La Enfermera suele ser uno de los primeros profesionales que asiste al paciente con este problema de salud y debe estar al día que cómo gestionar adecuadamente el abordaje de estas úlceras.
El compromiso del Grupo de Trabajo de Pie diabético de la AEEVH es potenciar la unificación de criterios sobre cómo abordar de una manera óptima el síndrome del pie diabético.








Muy interesante ya leí el circuito de úlcera en pie diabético y me gustaría que me enviaran los boletines, de antemano agradezco su atención.
Hola, en el circuito ¿por qué se refieren a “niveles de infección”?, el tratamiento antibiótico es distinto según estos niveles?, pueden explicarme por favor?
En el circuito ágil de derivación del pie diabético, cuando se habla de “niveles de infección”, se está utilizando la clasificación clínica de la infección de la úlcera o del pie, que permite estandarizar la valoración y adaptar la conducta terapéutica (incluido el uso de antibióticos).
⸻
🔹 ¿Qué son los “niveles de infección”?
No todos los pies diabéticos infectados son iguales. La IDSA (Infectious Diseases Society of America) y la IWGDF (International Working Group on the Diabetic Foot) clasifican las infecciones en leves, moderadas y graves, según la extensión, profundidad y repercusión sistémica:
1. Sin infección: úlcera limpia, sin signos de infección local.
2. Infección leve: afecta solo a piel y tejido subcutáneo, eritema 2 cm o afectación de estructuras más profundas (absceso, celulitis extensa, afectación de fascia, músculo, tendón, hueso), pero sin sepsis sistémica.
4. Infección grave: se asocia a respuesta inflamatoria sistémica (fiebre, taquicardia, taquipnea, leucocitosis o sepsis).
⸻
🔹 ¿Por qué es importante esta clasificación?
Porque guía el tipo de tratamiento:
• Leve: suelen manejarse con antibióticos orales de espectro limitado (ej. amoxicilina-clavulánico, cefalexina, clindamicina, dependiendo del contexto local y resistencias). A veces basta con desbridamiento y curas.
• Moderada: requieren antibióticos orales o intravenosos de espectro más amplio, cubriendo grampositivos, gramnegativos y, si es necesario, anaerobios. Suelen manejarse en hospital de día o ingreso corto.
• Grave: siempre ingreso hospitalario, antibióticos intravenosos de amplio espectro (ej. piperacilina-tazobactam, carbapenémicos, combinaciones según protocolos) y muchas veces cirugía urgente (drenaje, desbridamiento agresivo, amputación).